Puede ser donante de óvulos toda mujer entre 18 y 30 años de edad.
Para ser aceptada en el programa de donación de ovocitos se deben someter a un examen de su sistema reproductivo que proporcionará una información muy valiosa acerca de su propia fecundidad y de su estado de salud. Se realizará un asesoramiento especializado en relación con su potencial para ser madres superior al que recibiría cualquier mujer que desee quedarse embarazada por sus propios medios.
Realizamos una ecografía vaginal, la cual nos permite conocer la anatomía de la mujer, descubriendo, por ejemplo, las causas de los ciclos irregulares y descarta la presencia de quistes, miomas, pólipos y otras alteraciones del sistema reproductivo.
Se lleva a cabo un profundo examen ginecológico, así como un estudio del cariotipo – estudio de los cromosomas – que descarta defectos en el futuro de sus propios bebés.
Confirmamos la ausencia de enfermedades como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), hepatitis By C, sífilis, citomegalovirus, herpes genital, rubéola o la toxoplasmosis, así como el grupo sanguíneo y Rh.
La donación de óvulos no reduce las posibilidades de quedar embarazada en el futuro.
La donación de óvulos no implica la reducción de la “reserva de óvulos” de los ovarios. Si una mujer nace con 2 millones de óvulos en promedio, y sólo ovula 400 a 500 veces en su vida reproductiva – alrededor de un óvulo por mes – ¿dónde terminan los demás óvulos?.
Para producir un óvulo de forma natural y espontánea cada mes o cada ciclo menstrual, la naturaleza necesita reclutar a cientos, de los cuales algunos serán elegidos hasta que sólo uno, el mejor de todos, llega a la fase final de la ovulación. El resto de óvulos, que comenzaron a desarrollarse en el ciclo, el cuerpo los elimina porque no puede reciclarlos.
Óvulos se pierden, incluso, al tomar anticonceptivos o anovulatorios, durante el embarazo, o antes de la pubertad. El número de óvulos que nosotros mismos podemos usar se reduce gradualmente a lo largo de la vida. Con la administración de hormonas se estimula la producción de óvulos que se han comenzado a desarrollar en un ciclo sin medicación, pero que se perderían si no los hubiésemos estimulado. Su crecimiento se controla por ecografía vaginal, para ver cómo crecen y cuando se va a ovular. La única diferencia es que, en esta ocasión, un mayor número de óvulos llegarán a la etapa de ovulación.
El tratamiento hormonal no supone un riesgo importante para la donante cuando se llevan a cabo en un centro especializado, dada la larga experiencia en la estimulación de la ovulación y al control exhaustivo que realizamos, así como la adaptación de los tratamientos a las características especiales de cada donante.
La donación es un procedimiento ambulatorio. El procedimiento, después de haber estudiado la donante, consiste en la estimulación controlada de su ovulación tras un tratamiento hormonal con inyectables que dura alrededor de dos semanas. Durante este tiempo, los óvulos son supervisados exhaustivamente mediante ecografías y análisis hasta el momento de la extracción. ver tratamiento ciclo FIV
En algunos casos, cuando el desarrollo es excesivo, con un riesgo de hiperestimulación o, por el contrario, cuando se observa baja producción, el tratamiento será cancelado antes de llegar a la donación. Esto no es óbice para un nuevo ciclo basado en lo que se ha aprendido en la anterior estimulación, para poder hacer la donación.
Si el desarrollo es normal los óvulos se extraen en un tratamiento ambulatorio con una duración aproximada de 15 a 20 minutos. Se lleva a cabo mediante ecografía vaginal con un sistema preciso de punción/aspiración dirigida, lo que no deja cicatrices visibles en absoluto. Para evitar las molestias que participan en la punción de la vagina, la paciente está sedada. Una hora más tarde, la mujer puede ir a casa y continuar con su vida normal. Si hay algún malestar, puede realizarse un tratamiento analgésico para estar totalmente confortable. En todos los casos, se asumen todos los gastos médicos y farmacéuticos asociados con el tratamiento, así como de los exámenes realizados a las donantes.
La donación de óvulos es altruista, anónima y voluntaria, al igual que otras donaciones biológicas como sangre, médula ósea y otros órganos. El comercio de óvulos y la remuneración financiera para su donación está prohibido por la ley, ya que el objetivo principal es ayudar a otras mujeres voluntariamente. Solamente está permitida una compensación económica por las molestias, desplazamientos y posible absentismo del trabajo habitual.
Como colofón de todo el procedimiento, conoceremos la calidad de los óvulos, su madurez y capacidad de ser fertilizados en cada una de las donantes permitiéndonos, como decíamos al principio, realizar un asesoramiento especializado en relación con su potencial para ser madres.