Beneficios
Se intentar preservar la capacidad fértil al finalizar el tratamiento, y preservar las funciones endocrinológicas del ovario para evitar una menopausia precoz y/o la esterilidad.
Se intentar preservar la capacidad fértil al finalizar el tratamiento, y preservar las funciones endocrinológicas del ovario para evitar una menopausia precoz y/o la esterilidad.
Este procedimiento tienen su máxima aplicación clínica en aquellas mujeres que deben someterse a tratamientos de radioterapia, quimioterapia o cirugía que, pueden afectar su fertiliad en grado variable. Es un procedimiento útil, en los casos de menopausia precoz ( falla ovárica prematura ), baja respuesta ovárica o en las pacientes que durante un ciclo de reproducción asistida llegan a presentar síndrome de hiperestimulación ovárica, principalmente en sus formas moderada o severa, en quienes la transferencia embrionaria termina agravando más el cuadro, o sencillamente, reduciendo significativamente las posibilidades de implantación, debido a los deletéreos efectos que sobre el endometrio tienen los elevados niveles de estradiol. Representa una alternativa para las mujeres que sufren de patologías, que sin ser malignas, involucran al ovario en un deterioro funcional progresivo, con resultados variables a pesar del manejo quirúrgico o farmacológico como la endometriosis y es sin duda, un recurso de gran utilidad, para quienes con función reproductiva normal deciden postergar la posibilidad de ser madres (sin tener la posibilidad de detener el envejecimiento y el deterioro de la calidad ovocitaria), o bien, cuando es necesario reducir el número de embriones a congelar o a transferir en ciclos de fertilización in vitro, sin las repercusiones ético-legales que genera la congelación de embriones.
Alternativa técnicamente viable antes del inicio del tratamiento. Al igual que en la congelación de oocitos, se precisa una estimulación ovárica con gonadotropinas. El tiempo medio para completar esta técnica depende del día del ciclo menstrual de la señora, y en cualquier caso nunca sería menor a 15 días. Además se produce una situación de aumento de los estrógenos, que podría empeorar tumores estrógeno dependientes, y algunos casos de Lupus sistémico. Esta alternativa tampoco significa una preservación del funcionalismo ovárico.
Alentados por las experiencia en animales, algunos autores han aplicado en humanos la congelación de tejido ovárico que se obtiene por laparoscopia. Posteriormente,tras la curación o mejoría de su enfermedad se puede transplantar el mismo en la zona del ovario o en el antebrazo.
En humanos, se ha conseguido transferir un embrión obtenido tras la punción de un folículo en el ovario transplantado en el antebrazo, no consiguiendo gestación.
Existen muchos tipos de cáncer que metastatizan en los ovarios. Por lo tanto, es posible que los fragmentos de tejido ovárico procedentes de mujeres con neoplasias, que son transplantados puedan tener una metástasis.
No tiene ningún sentido congelar ovarios de mujeres de más de 40 años, debido a que la reserva folicular es escasa. La posibilidad de que el fragmento de ovario transplantado recupere funcionalismo es muy escaso.
Actualmente solo podemos recomendar esta técnica experimental a pacientes cuidadosamente seleccionadas.
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La edad de las pacientes afectadas de determinadas enfermedades neoplásicas y autoinmunes coincide con la edad fértil de las mismas. Desde el inicio de la menstruación hasta la menopausia, los ovarios tienen una ciclicidad que determina el desarrollo de un ovocito para permitir la fecundación del mismo por un espermatozoide en la trompa, y de esta manera se inicia una gestación.
La ciclicidad a la que hacemos referencia establece unos cambios en la secreción hormonal que mantiene el trofismo de determinados sistemas orgánicos. El cese de la secreción hormonal ovárica que se produce con la menopausia provoca efectos secundarios inmediatos (alteraciones neurovegetativas, alteraciones psicológicas y trastornos genitourinarios) y otros a medio y largo plazo (alteraciones cardio-vasculares, pérdida de masa ósea).
El tratamiento con algunos fármacos va a tener un efecto de pérdida folicular (células que se convertirían en óvulos) y atrofia sobre los ovarios que será irreversible. Los ovarios tienen un número fijo de células germinales que no se pueden regenerar.
La tasa de curación de éstas pacientes tras el tratamiento es muy elevada, por lo que se debe tener en cuenta su recuperación de la función endocrina y reproductiva de los ovarios.
Leuprolide 3,75 mgÒ es un agonista de la GnRH está autorizado en México y se utiliza en el tratamiento de cáncer de próstata avanzado, en pubertad precoz, en la endometriosis, fibromas uterinos y en la infertilidad femenina.
La administración de un análogo agonista de la GnRH consigue supresión de la actividad hipofisaria, y consecuentemente la ovárica tras un periodo de «flare up» de unos 10-12 días. Este efecto inicial de «flare up» puede retrasar el inicio del tratamiento. En base a este hecho y con el objetivo de preservar ambas funciones ováricas hemos diseñado un protocolo en el que se asociará al tratamiento quimioterápico y agonistas de la GnRH con el objetivo de mantener los ovarios sin actividad durante el tiempo del tratamiento.
Se espera por tanto, que su participación en el protocolo tenga la misma duración que el tratamiento citotóxico.
Antes de su inclusión en el protocolo, el médico investigador le preguntará sobre otras posibles enfermedades que pueda presentar, sobre los fármacos que está tomando, le someterá a una exploración física completa que se repetirá al finalizar el estudio y le realizarán diversas pruebas, tanto hemáticas como de imagen.
El día de la inclusión en el protocolo, tras comprobar que cumple con todos los criterios para ser candidata al mismo, se le realizará una exploración minuciosa, pruebas sanguínea, ecografía y se administrará la primera dosis del medicamento ( Lucrin Depot®).
La administración de Lucrin Depot® por vía intramuscular profunda, cada 28 días y mientras dure su tratamiento quimioterápico.
A los 15, y 60 días de comenzar el tratamiento le pediremos que acuda de nuevo a la consulta en donde se le volverán a realizar las mismas evaluaciones, luego con carácter anual, al finalizar el tratamiento y tres meses después. En cada visita se recogerán los posibles efectos indeseables que pudieran acontecer a lo largo del estudio así como las molestias que la administración del medicamento le haya podido originar.
Al inicio, durante y al final del estudio, le tomaremos una muestra de sangre de aproximadamente 20 ml para realizar un análisis de sangre rutinario y niveles de hormonas.
Será Ud. informada con la mayor brevedad posible sobre los nuevos conocimientos que se vayan adquiriendo que pueden ocasionar un replanteamiento de su participación en el protocolo.